Proceso de selección
Para elegir la propuesta ganadora del Institut Ramon Llull ha nombrado un comité de expertos, compuesto por una presidenta, 3 vocales y una secretaria del Institut Ramon Llull. La presidenta ha sido Hiuwai Chu (MACBA), y los vocales Mabel Palacín (artista), Anna Pahissa, (Hangar) y Carles Guerra, comisario independiente.
El proceso de selección se ha dividido en dos fases. La primera vuelta era abierta a la presentación de propuestas por parte de todos los profesionales y empresas interesados que cumplieran los requisitos. En esta primera vuelta, que se cerró el día 1 de julio de 2021, los aspirantes presentaron un curriculum vitae y una propuesta de dos páginas con las ideas generales del proyecto y el artista o artistas seleccionados. De entre estas propuestas, el comité de expertos eligió tres propuestas finalistas para participar en la segunda vuelta, siguiendo las bases del concurso.
En esta 2ª vuelta los 3 finalistas han presentado un proyecto desarrollando los contenidos, una propuesta de diseño museográfico y un presupuesto.
Los finalistas fueron citados para defender de forma presencial su propuesta ante el comité de expertos el día 20 de julio de 2021 en la sede del Llull, en el Palau Baró de Quadras.
La propuesta ganadora
Llim es una búsqueda de base materialista que pone en primer plano el agua y el vidrio, como elementos consustanciales en la historia de Venecia, para crear un organismo que sugiere una plétora de conceptos.
Llim es un organismo que da cuenta del flujo material en su continuum, su vitalismo así como su fragilidad. Un flujo continuado es como el filósofo Henry Bergon describió el flujo vital: una secuencia infinita de transiciones en que la materia cambia permanentemente de estado. Los cambios en la existencia se producen de un modo incesante, fusionándose entre sí de tal manera que estos resultan prácticamente imperceptibles. Por lo que lo realmente vivido es la continuidad.
La propuesta Llim proporciona una experiencia situada de la viscosidad en cuanto expresión del flujo vital. Como organismo viscoso, Llim toma vida a través de adherirse a los elementos humanos y no-humanos que coexisten en su entorno. La viscosidad no procede ni por síntesis ni desdoblamiento, sino por adhesión. Como experiencia situada, parte de la noción situated knowledges tal como la planteó Donna Haraway el 1995: Llim no resulta de adaptar la obra de Lara Fluxà a la especificidad contextual de Venecia, sino de asimilar los sedimentos que conforman este fenómeno según la lógica de la viscosidad. En referencia con el concepto de Haraway, se tratará, por tanto, de proporcionar una experiencia que es real en la medida en que se vincula íntimamente a la contingencia de los fenómenos y las tecnologías asociadas en una localización determinada.
Llim es una botella de Klein que se expande en el espacio y el tiempo y que vincula en un mismo plano de realidad los sedimentos culturales y materiales que componen la viscosidad tal y como ésta se manifiesta en Venecia.
El agua, el limo, el canal: Un sistema de bombeo instalado en una orilla del Canale di San Pietro extrae agua para alimentar de manera continuada el edificio que acoge la participación catalana en la Bienal de Venecia con materia procedente del fondo del canal. En su interior, el agua esparce restos de lodo con su circulación. Al cabo de unos minutos el agua vuelve al curso de la red hidráulica de Venecia. Progresivamente, a lo largo del período de la Bienal, la instalación asimila el subsuelo de Venecia, que se desplaza en la medida que transita las tuberías de este organismo.
En paralelo al agua, coexisten en el edificio de otros sistemas tubulares, en un circuito cerrado de recorrido ostensiblemente menor, que transportan otros líquidos, como leche o petróleo. Los líquidos circulan a lo largo del edificio por un sistema de tubos vítreo, amorfos y que adoptan formas más o menos orgánicas.
El vidrio permite articular el gran circuito cerrado que da forma al organismo, con toda su amplitud: el continuum que vincula el aire que circula por los conductos del cuerpo de los sopladores de vidrio con el agua que circula por los tubos que se despliegan en forma de canal en Venecia.
Comisario
Oriol Fontdevila (Manresa, 1978) es comisario, escritor e investigador centrado en las prácticas artísticas y la educación. Doctorando en el programa de Humanidades y Comunicación por la UOC, ha desarrollado proyectos curatoriales en muchos centros y museos de arte contemporáneo, como la Fundació Antoni Tàpies, la Fundació Joan Miró, La Virreina, el Centre d'Arts Santa Mònica, el Centre de Cultura Contemporània El Carme de Valencia o el Vojvodina Contemporary Art Museum a Novi Sad, en Serbia. Fue miembro del equipo curatorial del proyecto europeo Performing the Museum; y director artístico de la Sala de Arte Joven de la Generalitat de Catalunya. Su ensayo El arte de la mediación fue publicado en 2018 por consonni, escrito gracias a una beca de investigación del MNCARS. Ha colaborado en muchos libros y catálogos de arte contemporáneo. Es profesor visitante de varios programas de máster y programas de estudios internacionales. Actualmente es profesor ayudante en EINA.
Foto: Eva Carasol (Cortesia de Fabra i Coats)
Artista
Lara Fluxà (Palma, 1985) trabaja habitualmente a partir de elementos con poética propia que le son cercanos, como el agua o el vidrio. Licenciada en Bellas Artes y máster en Producciones Artísticas e Investigación por la Universidad de Barcelona, se ha especializado en el tratamiento del vidrio a partir de diferentes cursos sobre vidrio soplado en Segovia, Barcelona y La Bisbal. La particularidad física del agua y el vidrio le ha llevado a interesarse por conceptos como la fragilidad, la estabilidad y también en la experimentación científica. Sus obras cuestionan la debilidad del equilibrio de los ecosistemas. Ha colaborado con instituciones como el Centre d'Art Lo Pati, la Fundació Joan Miró, la Fundación Felícia Fuster, la Capella de la Misericordia, Es Baluard, el Casal Solleric de Palma, el Museo Marítimo de Barcelona y el Arts Santa Mònica, entre otros.
La 59ª Biennale Arte: The Milk of dreams
Esta será la séptima vez que el Institut Ramon Llull presenta Catalunya en la Bienal de Artes Visuales de Venecia, que tendrá lugar del 23 de abril al 27 de noviembre de 2022 y contará con Cecilia Alemani como comisaria. En la edición anterior, el Llull presentó el proyecto 'To Lose Your Head', comisariada por Pedro Azara.
La 59ª Exposición Internacional de Arte se titulará The Milk of Dreams. Este nombre está tomado de un libro de Leonora Carrington, en la que, como dice Cecilia Alemany:
"El artista surrealista describe un mundo mágico donde la vida se revisa constantemente a través del prisma de la imaginación y donde todo el mundo puede cambiar, transformarse, convertirse en una cosa y en otra persona. La exposición nos lleva a un viaje imaginario a través de las metamorfosis del cuerpo y las definiciones de la humanidad ".
En los años 50, mientras vivía en México, Carrington soñó e ilustró cuentos misteriosos, primero directamente en las paredes de su casa, luego en un pequeño cuaderno llamado The Milk of Dreams. Contadas con un estilo onírico que parecía aterrorizar jóvenes y mayores, las historias de Carrington describen un mundo libre, lleno de posibilidades. Pero también son la alegoría de un siglo que impuso una presión intolerable al individuo, que obligó Carrington a una vida de exilio, cerrada en centros de salud mental.
Según Alemani, esta exposición se basa en muchas conversaciones mantenidas con artistas a lo largo de los últimos meses. Las preguntas que fueron apareciendo parecen plasmar este momento de la historia, en el que la supervivencia misma de la especie está amenazada, pero también resumen dudas que impregnan las ciencias, las artes y los mitos de nuestro tiempo. Como cambia la definición de ser humano? Qué constituye la vida y qué diferencia a los animales, las plantas, los humanos y los no humanos? ¿Cuáles son nuestras responsabilidades para con el planeta, las otras personas y los otros organismos con los que convivimos? Como serían la vida y la Tierra sin nosotros?
La exposición se centrará especialmente en tres temas: la representación de los cuerpos y sus metamorfosis; la relación entre individuos y tecnologías; y la conexión entre los cuerpos y la Tierra. La propuesta de Cecilia Alemani quiere centrarse en las metamorfosis del cuerpo y la definición de humanidad en un momento de revisión del concepto de ser humano y de nuestra responsabilidad hacia el planeta, las otras especies y nuestra propia especie. Posthumanidad o nuevas alianzas entre especies, las fronteras entre cuerpos y objetos se transforman bajo la presión de la tecnología, generando mutaciones que crean nuevas subjetividades, jerarquías y anatomías. La tecnología, la pandemia, el aumento de las tensiones sociales y la crisis ambiental nos recuerdan que el cuerpo humano no es autosuficiente, que los seres humanos formamos parte de una red simbiótica de interdependencias que nos unen entre sí, con otras especies y con el planeta en su conjunto.
