Institut Ramon LLull

Un viaje al teatro catalán de objetos

paperllull.  Berlin, 06/09/2020

Qué singulariza internacionalmente el teatro de objetos catalán? Nos lo explica Tim Sandweg, director artístico de la Schaubude Berlin y del festival internacional Theater der Dinge, donde se muestran regularmente producciones de Cataluña y de las Islas Baleares.




En 2015 viajé por primera vez en Cataluña. Durante los meses de invierno, el Centre d'Arts Santa Mónica de Barcelona acogía Figures del desdoblament. Titelles, Màquines i Fils, una exposición que mostraba un amplio panorama de la tradición y la actualidad del teatro local de figuras y objetos. En paralelo a la exposición, que comparaba el teatro clásico de marionetas con contribuciones contemporáneas, y en el marco del Festival IF, se invitó tres artistas a participar en residencias y en actuar. Uno de ellos era David Espinosa.

Espinosa, que proviene de la danza contemporánea, trabajó por primera vez en el año 2012 con objetos de juguete creando un solo. La idea inicial era: ¿Qué tipo de produción se crearía si se dispusiera de presupuesto ilimitado y del teatro más grande del mundo? Como respuesta surge Mi gran obra, una producción que, en realidad, se desarrolla en una maqueta de miniatura. Así, se desarrolla una coreografía de objetos de filigrana sobre una placa de porexpan situada justo delante de los ojos del público que, a la tercera (y última) fila, deberá utilizar prismáticos para poder ver la obra. Las piezas posteriores del autor se mantuvieron fieles a este principio y el autor ha reproducido a escala todas las obras de Shakespeare, el clásico Quijote y la historia completa de la humanidad.

El camino artístico de David Espinosa es, probablemente, ejemplar en el teatro de objetos catalán. Los y las artistas que he conocido a lo largo de los años tenían raíces estéticas muy diferentes y han desarrollado enfoques performativos específicos dependiendo de sus antecedentes o background. Estos artistas no estaban en la tradición del teatro de objetos francés, ámbito en el que se estableció el término y a menudo se ha tomado como punto de referencia estético. Más bien, percibí estimulantes intentos individuales de generar material escénico con objetos que, para mi experiencia visuales, eran inusuales.

También es así en el caso de la escenógrafa Xesca Salvà. En su obra Cases, dos espectadores equipados con auriculares convierten voyeurs a una de las tres casas de miniatura. En la primera, un bloque de pisos, se observa un peepshow por la ventana y se sienten citas de las trabajadoras sexuales. En la segunda, una casa unifamiliar, los espectadores se ven mutuamente a través de las grandes ventanas mientras escuchan las historias de una anciana soltera y, progresivamente, se van transformando en ella. La tercera casa es un espacio vacío, que se transforma ladrillo a ladrillo en una ciudad; en sus calles viven probablemente las mujeres sin techo que escuchamos.

O en el caso del dúo CaboSanRoque, formado por los artistas sonoros Laia Torrents y Roger Aixut, que en su instalación de gran formato de objetos sonoros No em va fer Joan Brossa profundizan en la obra del polifacético y vanguardista artista que da título a la obra. En una gran superficie rodeada con niebla artificial y a través de un juego de luz, sonido y movimiento, los objetos generan una experiencia inmersiva: montañas de papel transparente que crujen, tapones de rosca metálicos que palpitan, máquinas de escribir que crujen diabólicamente, tubos de neón que tambalean, entre salpicaduras de poesía y grabaciones originales de voz.

Para mí, estos tres ejemplos destacan ciertamente porque, en contraste con la estética del teatro de objetos francófono, donde todo lo que hay en la escena se contextualiza fuertemente a través de los intrerpretes y el lenguaje, se centran explícitamente en el objeto y los artistas se retraen e, incluso, como en estas instalaciones, ni siquiera están presentes.

Posiblemente, un ejemplo especialmente significativo de artista que desaparece de la escena, a través del gesto íntimo y poético en su juego con los objetos, es Xavier Bobés, con quien la Schaubude Berlin hace años que trabaja. El abanico de su obra es amplio. A Coses que s'obliden fàcilment invita a cinco espectadores en una mesa redonda para desvelar parte de su historia familiar durante la época franquista. Con el colectivo "El Solar" investiga la historia de materiales y la cultura del objeto a las ciudades. En su última producción Corpus trabaja con fragmentos de un escultura y cuestiona la permeabilidad y la plasticidad de los cuerpos.

En general, impresiona como los artistas, a pesar de las tensiones estéticas a las que están sometidos, consiguen ocuparse y dar forma a temas de su interés, a menudo comprometidos socialmente. Esto es especialmente visible en las obras de la Agrupación Señor Serrano. En este caso, los objetos se registran con una videocámara y se proyectan en una pantalla que domina el escenario. El equipo que acompaña Àlex Serrano, Pau Palacios y Bárbara Bloin, mezcla material político y cultura pop para crear una impresionante tensión temática: a A House in Asia, por ejemplo, utilizan modelos en miniatura y superponen la casa donde se escondió Osama Bin Laden en Pakistán, la casa de una base militar en Carolina del Norte, donde se ensayó el asesinato del terrorista, y la casa en Jordania donde se rodó la película Zero Dark Thirty (Kathryn Bigelow, 2012). De este modo cuestionan los cambios en la percepción de los medios de comunicación.

Es probable que el desarrollo de estas posiciones artísticas en Cataluña, caracterizadas por un interés genuino en un lenguaje de las cosas, sea fruto de un menor arraigo en el teatro de objetos en el contexto del género y la tradición, junto con una presente permeabilidad institucional existente en la escena teatral y de festivales.

En cualquier caso, los artistas que se examinan en el artículo desarrollan obras con un potente compromiso político que serían inimaginables sin la tensión productiva de los distintos antecedentes artísticos con teatro de objetos.

 

TIM SANDWEG es director artístico de la Schaubude Berlin, del Produktionshaus für zeitgenössisches Figuren- und Objekttheater y del festival internacional Theater der Dinge, en el que se muestran regularmente producciones de Cataluña y de las Islas Baleares.

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