Institut Ramon LLull

Una visita inmersiva: las colecciones feniciopúnicas del MAEF

paperllull.  IBIZA, 30/08/2020

Desde su creación en 1907, el museo ha liderado numerosas campañas de excavación para investigar el pasado de Ibiza y Formentera, con un cuidado especial al legado que dejaron fenicios y púnicos. Nos lo explica Maria Bofill.




El Museo Arqueológico de Ibiza ("y Formentera" se añade más tarde para completar las siglas MAEF) nació en 1907 gracias a la donación de colecciones particulares de objetos arqueológicos recuperados en varias excavaciones realizadas por la Sociedad Arqueológica Ebusitana desde 1903. Desde su creación, el museo ha liderado diversas campañas de excavación para investigar el pasado de ambas islas, siempre con una especial atención al legado que dejaron los colonos fenicios y púnicos.

Aunque se circunscribe en un ámbito territorial pequeño como son las islas Pitiusas, el MAEF lo conforman dos sedes museísticas: el Museo Arqueológico de Dalt Vila, donde se presentan los períodos históricos de las islas de Ibiza y Formentera desde la prehistoria hasta la edad media -cerrado temporalmente por reformas-, y el Museo Monográfico del Puig des Molins, donde se ubica la necrópolis de la antigua ciudad de Ibiza. Esta segunda sede incluye la visita a las tumbas subterráneas de 2.500 años de antigüedad, y además, también organiza exposiciones temporales de temática diversa. En estas líneas trataremos de explicar por qué un único yacimiento dispone de un museo monográfico para él solo.

Las colecciones del MAEF reúnen una serie de valores excepcionales que lo convierten en uno de los referentes en el ámbito internacional con respecto a la arqueología fenicio-púnica. La nave capitana de este excepcional patrimonio de época antigua lo forma la necrópolis del Puig des Molins. Es bien sabido en arqueología que las áreas funerarias de cualquier época suelen proveer de materiales bien preservados -las tumbas actúan como pequeñas "cápsulas del tiempo" selladas dentro de la tierra-, muchos de ellos enteros, formando ricos y variados ajuares de objetos como joyas, cerámicas de lujo, piezas con valores apotropaicos (amuletos, máscaras, etc.), entre otros, objetos que nos permiten obtener información esencial para conocer, en este caso, cómo vivían y cómo se enfrentaban a la muerte los fenicios y los púnicos. Aunque la procedencia oriental de los fenicios -la metrópoli originaria era Tiro, en el actual Líbano en el contexto de las colonias fenicio-púnicas del Mediterráneo occidental, la necrópolis del Puig des Molins en Ibiza es el mayor exponente de necrópolis de esta cultura, tanto por su extensión (más de 5 ha de necrópolis), su elevado número de sepulturas (más de 3.000 hipogeos sólo de época púnica), y la riqueza y singularidad de sus ajuares funerarios.

El ritual funerario estructuraba en una serie de pasos que preparaban el difunto en su viaje al más allá. El tratamiento del cadáver (purificación, limpieza, amortajamiento y vestido) y su protección (proveyéndole de objetos con valor mágico y religioso, así como recitando determinadas fórmulas) daban paso a la comitiva fúnebre, lo transportaba el cuerpo desde el ámbito doméstico hasta el espacio público de la necrópolis. Entre llanto y música se despedían del fallecido hasta el momento de depositarlo en la tumba junto con su ajuar funerario. Una vez allí se inicia el sepelio, que consistía en presentar al individuo ante los dioses mediante una serie de actos sacrificiales para honrarlos.

Entre los materiales vinculados con las ofrendas de alimentos y las libaciones de líquidos que se llevaban a cabo en el ritual funerario del Puig des Molins, destacan las cerámicas de gran calidad, importadas de otros centros del Mediterráneo, como la cerámica ática y la cerámica campaniana. Otros objetos singulares con una clara función simbólica son las exóticas cáscaras de huevo de avestruz policromadas que llegarían a la isla de Ibiza o bien desde el norte de África, o bien desde la zona de la actual Siria, para formar parte de los rituales realizados dentro de los tumbas. El MAEF conserva más de 50 cáscaras de huevo de avestruz enteras de época púnica, colección que sólo supera la necrópolis de Villaricos, en Almería. Otro récord del que sobresale nuestra pequeña isla es en la colección de escarabeos de inspiración egipcia. Los fenicios tenían fuertes lazos comerciales y culturales con el antiguo Egipto, y fruto de estos contactos fue la proliferación entre los habitantes de las colonias fenicio-púnicas de este tipo de amuletos que conocemos como escarabeos porque reproducen la fisonomía del escarabajo sagrado (Scarabeus sacer) en su dorso. En yacimientos púnico-ebusitanos (así conocemos los púnicos de la ciudad antigua de Ebusus, el actual Ibiza) se han recuperado cerca de 300 escarabeos, una cifra superior a los escarabeos documentados de forma conjunta en el resto de yacimientos contemporáneos de la Península Ibérica.

Puig des Molins fue el cementerio de la ciudad de Ibosim (Ibiza en fenicio) y, por tanto, es una necrópolis urbana muy bien conservada a pesar del crecimiento desmedido de la ciudad moderna. Cuenta con su propio museo monográfico que actúa como centro de recepción de visitantes del yacimiento, centro de interpretación, y museo que expone y difunde los valores históricos y artísticos de los materiales que ha proporcionado la necrópolis. Pero además, el MAEF también dispone de materiales excepcionales procedentes de un importante número de necrópolis rurales que no hacen más que destacar la importancia agrícola y ganadera (aparte de la comercial y la estratégica) que tenía la isla de Ibiza en tiempo de Aníbal Barca y Escipión el Africano. Repartidos por toda la isla, estos cementerios asociados a las "casas pageses" de la época, muchas veces han recibido el nombre de las últimas casas pageses que explotaron la tierra ibicenca hasta el siglo XX, como Can Sorà (ses Païsses de Cala d'Hort), cas Frare Verd, o ca na Jondala.

Pasear por la Ibiza fenicio-púnica a través de las salas del MAEF también nos permite conocer los lugares de culto de una sociedad en la que la superstición y la religiosidad impregnaban muchos aspectos de su día a día. El santuario Culleram, al norte de la isla, fue consagrado al culto de la diosa Tanit, una divinidad púnica originaria de Cartago que hoy en día revive en los nombres de muchos comercios ibicencos, incluso en el nombre de muchas niñas nacidas en la Ibiza actual. El santuario, descubierto y excavado por la Sociedad Arqueológica Ebusitana 1907, se ubica en una cueva natural donde fueron recuperadas cerca de 600 figuritas de terracota a modo de exvotos dedicados a Tanit, constituyendo una de las colecciones de arte púnico de los siglos III-II aC más importantes, y la más extensa de las que representan a esta divinidad.

Tantos años de excavaciones e investigaciones sobre el pasado fenicio-púnico de Ibiza contribuyeron a la consecución de un reconocimiento internacional inigualable: la candidatura de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Los yacimientos del poblado fenicio de sa Caleta y la necrópolis del Puig des Molins fueron escogidos como máximos representantes de esta cultura milenaria que se estableció en la isla a partir del s. VII aC. Junto con la imponente fortificación renacentista de Dalt Vila, y las kilométricas praderas de posidonia marina que conectan Ibiza y Formentera (¡el ser vivo más grande del mundo!), Completaron la candidatura del bien mixto "Ibiza. Biodiversidad y Cultura".

Por último, hay que recordar que el proceso de investigación científica no se detiene hasta que sus resultados no llegan al gran público a través de exposiciones (como la visita virtual que encontramos en su web www.maef.eu), publicaciones, cursos y actividades de todo tipo que facilitan esta transmisión de conocimientos. A nivel de divulgación de la investigación que se realiza en este ámbito, el MAEF celebra -y publica en formato libro- anualmente y desde hace más de treinta años las Jornadas de Arqueología Feniciopúnicas, cita a la que acuden representantes de numerosas instituciones y universidades de todo el mundo que dedican también su actividad investigadora en el mundo fenicio-púnico. Citas académicas en las que se cuenta el conjunto de la sociedad (ahora también a través del canal de Youtube y redes sociales del MAEF) el avance de la investigación sobre este patrimonio arqueológico único que no debemos dejar de visitar.

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