Villatoro ha explicado cómo la cultura ha sido un factor de progreso y de cohesión social en Cataluña, en la medida en que la comunidad catalana ha elegido para definirse en un marco cultural integrador y abierto. Y esta ha sido la clave también de un siglo XX extraordinario para la cultura catalana, en términos de creatividad. A partir de aquí, y haciendo referencia a la necesidad del pleno compromiso de un estado con el hecho cultural, subrayó como "el catalanismo cultural, desde Joan Maragall, contemplado la posibilidad de que este Estado sea España o que haga falta la creación de un Estado específico propio, en función de la actitud y la voluntad de España. A lo largo del siglo, estos dos posibilidades han convivido e incluso en algunos momentos se ha planteado la posibilidad de un Estado ibérico que fuera el cobijo de las culturas peninsulares".
Ante esta opción, pero, Villatoro cita Cambó: "En los años veinte, Francesc Cambó se preguntó qué habría pasado en Portugal y su cultura si no se hubiera independizado de España en el siglo XVII. La respuesta de Cambó es que Portugal habría acabado en la misma situación que Cataluña: con su lengua y personalidad política cuestionada. Por tanto, Portugal difícilmente podrá añadirse a ningún proyecto ibérico si dentro de este proyecto no ve Cataluña bien tratada".
Como conclusión, Villatoro recuerda que "en los últimos años, varios acontecimientos han hecho que capas más grandes de la población piensen que España no quiere, no puede o ha renunciado a ser el estado comprometido en favor de la cultura catalana (pero también de la economía y de la sociedad catalana) y esto ha hecho crecer la demanda de un estado propio diferenciado. En cualquier caso, las dos posiciones actualmente conviven. Los resultados electorales dan algunas indicaciones sobre el peso de cada una de ellas, pero no podremos saber con certeza hasta que hagamos el ejercicio democrático imprescindible de preguntar directamente a la ciudadanía".
En su visita a Lisboa, el director del IRL también se ha reunido con el rector de la Universidad de la capital portuguesa, António Sampaio da Nóvoa, con quien ha valorado la posibilidad de organizar unas Jornadas de relación entre culturas ibéricas que aborden no sólo el componente cultural, sino también jurídico, económico y político.