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El programa académico refleja el espíritu del proyecto expositivo, los valores sociales y políticos de la arquitectura en su relación con la ciudadanía proponiendo un debate, entre estudiantes y profesionales de Barcelona y Buenos Aires, entorno al papel transformador del arquitecto en la sociedad.

Está organizado en tres sesiones que tendrán lugar en el espacio expositivo Barcelona, arquitecturas de una ciudad, en la Usina del Arte.

La primera sesión, de carácter abierto e informal, es un intercambio entre los temas de las ponencias de los disertantes invitados a la mesa de Barcelona en el marco de la Bienal Internacional de Arquitectura y los contenidos de la exposición.

La segunda sesión será un workshop que contará con la participación de los alumnos la Escuela de Arquitectura de la Fundación UADE.

La tercera sesión se centrará en presentar la visión entorno a la arquitectura de los estudiantes argentinos que ya han realizado un trabajo de intercambio universitario en Barcelona y la de aquellos otros barceloneses que durante este curso están haciendo lo propio en la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA)

 

• Calendario:
• Sesión 1: miércoles 11 de octubre, 9h
• Sesión 2: martes 17 de octubre, 10h
• Sesión 3: martes 17 de octubre, 16h

 

La Torre Júlia, en el barrio de La Prosperitat, es una arquitectura que resuelve un programa social priorizando el uso de espacios comunitarios. El enclave, que articula cuatro barrios entre vías y avenidas de circulación importantes, requiere la tipología de torre, repensada para adaptarse a un uso de vivienda tutelada de alquiler para gente mayor en un terreno exiguo. La alineación de la torre entra en sintonía con la dirección del terreno que acogerá unas futuras piscinas públicas. La idea es agrupar el edificio en tres comunidades, cada una con un espacio de reunión de doble altura en la arista de la torre y apreciable en fachada. Los arquitectos pensaron los ejes de cada planta como espacios de socialización.

Sergi Pons
Pau Vidal
Ricard Galiana

La Borda nace en el contexto de movilizaciones de Can Batlló como una cooperativa de barrio, dirigida a promover la vivienda en régimen de cesión de uso. Para la cooperativa de arquitectos LaCol la participación de los usuarios reales de La Borda en todo el proceso, diseño, materialización y uso, ha sido esencial. LaCol y La Borda se compenetran al máximo en un laboratorio de transformación social y vecinal. La visión de ambas cooperativas es la de incentivar la vida comunitaria y un sistema constructivo sostenible, apostando por la madera y un dispositivo medioambiental que funciona como invernadero, aportando calor en invierno. En verano el sobrecalentamiento se evita evacuando el calor a manera de chimenea por una ventilación superior. El proyecto se financia mediante la economía solidaria, la banca ética y aportaciones de entidades y personas individuales.

La Col
La Borda

El barrio, comenta su asociación de vecinos, se veía a sí mismo como la Cenicienta del Ensanche, con carencia absoluta de equipamientos. El Ayuntamiento vio muy positiva la idea de la Asociación de Vecinos del Fort Pienc de concentrar en el terreno una residencia de ancianos, un centro cívico con biblioteca y una guardería, y ejecutó el proyecto en 2001-2003 sumando al complejo un mercado y un centro de secundaria. El singular punto de partida del edificio fue concebirlo como plaza, hoy día centro identitario del barrio. El éxito conseguido en Fort Pienc hizo que el Ayuntamiento replicara la misma idea en otros proyectos de la ciudad. Después de años de reivindicaciones sociales y de efectiva dignificación del barrio, se produce una paradoja: llega la gentrificación.

El proyecto se centra en la recuperación de la memoria del paisaje. El Turó de la Rovira es una colina que forma parte de la «Serra dels tres turons», área protegida y pulmón verde de la ciudad. Este espacio, antes abandonado y residual, es transformado en un excepcional mirador sobre la ciudad. La propuesta busca conservar los restos de la batería antiaérea republicana que defendía Barcelona en la guerra civil. A la vez, se busca preservar un segundo estrato, el conocido popularmente como «el barrio de los cañones», las barracas que se asentaron a partir de los años cincuenta y fueron demolidas en 1989. El proyecto pretende evidenciar también una tercera capa más antigua de explotación agrícola de la colina. Se trata de un paisaje en proceso de descomposición y refuerza esta idea el uso del hierro y hormigón desactivado, materiales que muestran su desgaste.

Jansana De la Villa de Paauw Arquitectes
AAUP Jordi Romero Associats

La movilización ciudadana de Amics de la Fabra i Coats y otras entidades del barrio dio sus frutos cuando con complicidades institucionales (especialmente la del Museu d'Història de Barcelona) consiguen presionar al Ayuntamiento para que comprara todo el recinto y así detener el derribo de la antigua fábrica. En la rehabilitación de la nave central se restauraron los volúmenes originales para privilegiar una visión primigenia de la fábrica, construida a partir de 1910. La intención de recuperar la memoria rige en todo el proyecto, austero y contenido en la introducción de nuevos elementos para poner en valor el paso del tiempo. El proyecto se siente cómodo con un presupuesto reducido para habilitar los espacios a los usos de una fábrica de creación y a las necesidades diversas de artistas visuales, músicos, bailarines…

Manuel Ruisánchez
Francesc Bacardit
Amics Fabra i Coats