Palau Baró de Quadras
Modernismo
El Palau Baró de Quadras es un palacete modernista construido entre los años 1904 y 1906 por el arquitecto Puig i Cadafalch. Está catalogado como Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional y actualmente es la sede del Institut Ramon Llull. Situado en la avenida Diagonal de Barcelona, a medio camino entre la Pedrera y la Casa de les Punxes, tiene una superficie de 2.000 m2.
Ensanche Cerdà
A mediados del siglo XIX Barcelona disfrutó de un proceso de crecimiento que hizo posible la anexión de las poblaciones vecinas, con el proyecto del Ensanche Cerdá como instrumento principal. Era un período en que algunas familias se enriquecían gracias a la próspera industria del Vallés y construían , como símbolo de su fortuna, edificios en el Ensanche de Barcelona. Edificios ricos y magníficamente decorados, donde los mejores arquitectos modernistas y oficios artesanos competían por la presencia en las principales calles del nuevo Ensanche.
Los propietarios ocupaban el primer piso, dicho principal; la planta baja se destinaba al comercio con sus productos, y el resto de pisos eran destinados al alquiler.
Puig i Cadafalch
El arquitecto Josep Puig i Cadafalch (1867-1956) fue, con Antoni Gaudí y Lluís Domènech i Montaner, uno de los autores más importantes y conocidos del modernismo catalán. Construye el Palacio del Barón de Quadras entre 1904 y 1906, en uno de los momentos más fructíferos de su carrera: terminó la Casa Amatller en 1900, el Palau Macaya en 1901, el Palacio Sierra ( actual sede de la Diputación de Barcelona ) en 1903, la Casa de las Punxes en 1905 y la fábrica Casaramona (actual CaixaForum ) en 1912.
Más adelante, Puig i Cadafalch fue el arquitecto de la plaza de España y de la Exposición Internacional de 1929, así como de muchas otras obras. Por otra parte, desarrolló una gran labor como historiador (con obras como La arquitectura románica en Cataluña) y arqueólogo (impulsando la excavación de las ruinas griegas de Empúries y la restauración de muchos conjuntos románicos toda Cataluña).
El Palau del Baró de Quadras
A partir de la reforma a fondo de un edificio ya existente, en una parcela estrecha, que daba sólo en la calle Rosselló y no llegaba a la Diagonal, Puig y Cadafalch crea esta pequeña joya del modernismo: tanto la fachada como el conjunto de acceso que atraviesa la planta baja y la llegada a la planta noble, son uno de los proyectos más exitosos de la época.
El palacio sigue el esquema típico del Ensanche: la planta principal para los propietarios y el resto de pisos para alquiler. La planta baja se usa como acceso a los pisos superiores y las dependencias de servicio, y para la entrada formal a la casa de los barones. La entrada para carruajes, -excepcionalmente aquí, con entrada y salida a la calle- que da a la escalera monumental de acceso al principal, es el eje vertebrador de la residencia de los varones y una herencia de los palacios góticos barceloneses - básicamente, desde los situados en la calle Montcada.
La configuración del Ensanche hace que los edificios tengan dos fachadas muy diferenciadas: la que da a la calle, siempre muy formal y representativa, y la que da a patio de manzana, que suele ser más sencilla y relajada. Esta dicotomía la vemos también en el Palau del Baró de Quadras: la fachada de la Diagonal, obra de los artesanos Alfons Juyol y Eusebi Arnau, que construyen en piedra tallada una de las tribunas goticizantes más impresionantes del modernismo; y la fachada posterior, la de la calle Rosselló, que tiene una decoración floral a lo largo de la tribuna corrida lateralmente -tres balcones- y vertical -cuatro plantas.
La entrada y la escalera
La importancia de la entrada de los señores se manifiesta tanto en la rica decoración de la escalera y los vitrales de la claraboya como en el pavimento de mosaico romano. Su situación central genera un anillo circulatorio a su alrededor que resuelve la distribución del piso principal. Las impresionantes rejas de la planta baja, tanto la que da a la Diagonal como la de la calle del Rosselló, son de forja del maestro Manuel Ballarín y Lancuentra.
Las salas
Las salas con fachada en la Diagonal tienen un carácter público, ya que estaban pensadas para recibir visitantes. Se construyeron con pórticos de piedra siguiendo un estilo de inspiración islámica y utilizando revestimientos de cerámicas de colores con motivos florales y elementos escultóricos de estilo gótico.
Las estancias que dan a la calle del Rosselló, en cambio, se destinaban a la vida familiar. Encontramos unos grandes pilares con capiteles jónicos gigantes, con motivos vegetales y florales, ante una gran chimenea, símbolo del ámbito doméstico.
Cabe destacar los magníficos trabajos con la madera, con ricos y complejos artesonados que cubren los techos y pavimentos de diversas maderas con dibujos geométricos.
El palacio fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional el 9 de enero de 1976.
Restauración de elementos arquitectónicos
Durante el último semestre de 2015 se realizó una primera fase de restauración y conservación preventiva de los elementos arquitectónicos y ornamentales de acceso al Palau Baró de Quadras. Esta restauración ha permitido poner en valor la importante relevancia patrimonial de esta parte del edificio, referente del modernismo barcelonés.
El arquitecto Àngel Gil y los restauradores de bienes culturales Anna González y Josep Pascual fueron los encargados de llevar a cabo el estudio y para la rehabilitación del vestíbulo del Palau y la ejecución de la primera fase de los trabajos.
Los restauradores realizaron un estudio visual con el objetivo de conocer la definición constructiva y el estado de conservación de los diferentes materiales y elementos decorativos. De este modo, podrían diagnosticar las patologías del vestíbulo del edificio y establecer prioridades de actuación.
El estudio concluyó que el vestíbulo del Palacio presentaba señales de degradación en diversos grados de afectación que distorsionaban la percepción del espectador, ya fuera por alteraciones cromáticas o de volúmenes.
Actuaciones para la conservación del vestíbulo
Los restauradores planificaron una serie de acciones de conservación basadas en la intervención sobre elementos de piedra, mosaicos, azulejos, esgrafiados y artesonado y otro conjunto de actuaciones sobre las rejas de hierro forjado, la puerta de madera de la Calle Rosselló y las luces de bronce.
El proyecto realizado estuvo sujeto a criterios profesionales de máxima conservación de la obra original, reversibilidad, uso de técnicas tradicionales y máxima documentación.
Las obras de restauración han permitido frenar los daños y causas de deterioro a la vez que recuperar la integridad física material y la belleza estética de este vestíbulo, obra de Puig i Cadafalch.
Palau Baró de Quadras / Avda Diagonal, 373 · BCN (08008) / Telf. +34 934678000 / espais@llull.cat