Institut Ramon LLull

El Llull estrena nueva gráfica: entorno propio y funcionalidad de la mano de Toormix

paperllull.  Barcelona, 10/01/2020

Se llaman Toormix, son Ferran Mitjans y Oriol Armengou, y han sido los encargados de dar un nuevo aire a la gráfica y la imagen pública del Llull, con un rediseño que aporta modernidad. El objetivo? Hacer del todo reconocible la marca de la institución, tanto aquí como en todo el mundo. Os explicamos el proceso de reformulación y todos los cambios.




Trabajan para todo tipo de clientes y siempre procuran establecer una relación de complicidad total, porque saben bien, acostumbrados a dotar de personalidad, singularidad y distinción todo tipo de marcas, que la imagen que proyectos es tu carta de presentación. Desde hace una días, el Llull ya ha puesto en práctica la nueva gráfica, un trabajo que ha propuesto varios retos al dúo creativo de Toormix. "Lo primero que hacemos cuando se nos contrata es analizar, y lo hacemos por medio de un dossier muy grueso lleno de impresiones hechas en los últimos años".

"Comenzamos la tarea con un análisis por bloques, primero para ver la coherencia entre ellos y después, para ver la globalidad" .En este estadio primigenio, Mitjans y Armengou ya identifican muchas cosas. "Una, que la propia identificación del Llull no se utiliza, ni en portada, ni prácticamente ningún otro lugar". Hay que revertir la posición de la presencia de marca, que es "casi invisible". "Segundo, nos damos cuenta que no es necesario un código que unifique el criterio".

"Para nosotros es muy importante la fase analítica, la de mirar e identificar las problemáticas, pero también todo lo que nos cuestiona la llegada a una conclusión y no a otra: ¿por qué hacemos las cosas?", Detallan. Después de todo, se trata de entenderlo para poder plantear un marco de actuación "que permita que determinados perfiles y necesidades puedan sentir una cierta flexibilidad a la hora de desarrollar con su propio carácter cada una de las diferentes piezas que deben generar ".

Entonces, viene el segundo estadio: construir algo que te haga identificable. "Tienes que crear un entorno que te dé reconocimiento mental, no de prestigio. Lo más fundamental es que te identifiquen hacia fuera. Y, en este proceso, no se trata de ser el más rompedor o el más atrevido, sino de tener un entorno que sea familiar, que se pueda reconocer ".

 

El gran reto de unificar

En este sentido, Toormix necesitábamos crear un entorno propio, pero también una funcionalidad. "Montamos un sistema, que incorpora un código y una estructura para poder montar las cosas". Este sistema les ha permitido trabajar las cuatro barras, ahora visibles en toda la nueva gráfica, desde carteles a tríptico, pasando también por publicaciones en Instagram. "Este nuevo sistema permite jugar, es bastante flexible y al mismo tiempo lo suficientemente rígido para que funcione".

Estas cuatro barras pasan a ser el concepto, que en realidad son cuatro franjas. "Lo resolvemos todo con una sola tipografía, más compensada y no rompedora, moderna y amorosa, con diferentes aplicaciones. Y también haciendo una nueva paleta de colores", añaden. "Nos dimos cuenta que nadie de la casa trabajaba con el naranja, que es el color propio. Por eso la necesidad de tener una paleta, que también te hace identificable. No nos podíamos cargar el naranja, por razones obvias, pero sí adecuarse. Y lo hemos hecho más neutro, menos vibrante, más apagado. Los colores deben seguir esta línea, más dessaturats, pero lo suficientemente brillantes para hacerlos interesantes ".

"Nuestro trabajo nos atrae porque, después de todo, nos gusta unificar criterios, pero sin crear un marco único e indestructible. Ahora, el Llull tiene un entorno a partir del cual se puede jugar, que posibilita que todo el mundo de la casa se lo haga suyo. ¿Quién dice que una presentación en word no puede ser atractiva? "

"Lo que estamos creando es una marca, y queremos que sea potente, que no pase desapercibida, que no sea anecdótica. La idea es que la gente reconozca la gráfica del Llull, fueron notorios". Hacer que la marca signifique una garantía, que si ves 'Llull' ya confíes. "No debemos olvidar que estamos vendiendo la cultura catalana. La marca es Llull, pero en el fondo es Cataluña, Baleares y Andorra, Valencia y el resto de territorios de nuestro dominio", subrayan. "¿Quién nos identifique debe confiar en nosotros, porque sabe que nuestras propuestas son de gran calidad. Esta es la intención".

El resultado ya se puede ver en diferentes aplicaciones, como esta web, aún en proceso de reconversión. "Para nosotros ha sido una buena experiencia. Hemos sido los encargados de dar unas pautas y de marcar un inicio y, ahora, esto puede ir evolucionando. Aunque se puede crecer mucho". Una apuesta por la funcionalidad, por la coherencia, para fortalecer la imagen y la proyección del Llull. Un punto de partida que dará más frutos aún en el futuro, siempre con la divisa de la excelencia presente.

Un reportaje de Esteve Plantada. @eplantada

"Quien identifique la marca ''Llull' debe confiar en nosotros, porque sabe que nuestras propuestas son de gran calidad"

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