La ópera parte de un único ser donde soprano y tenor son el mismo personaje virtual, un flujo de información, un río de datos que toma formas expresivas diferentes a través de diversas situaciones psicológicas, tanto individuales como colectivas.
Los diferentes creadores asociados al proyecto parten de una constelación de situaciones y experiencias del individuo como ser social, inspirándose en su entorno original, alrededor del río Ebro como metáfora de una forma de vida, la el nombre hace referencia a la raíz "ib" de una tradición antropológica ibérica.
La obra es una composición para 9 músicos, 2 cantantes, música electrónica y de vídeo, interpretada por Morphosis Ensemble (flauta, clarinete bajo, saxofón barytone, acordeón, piano, percusión, dos violines, violonchelo), acompañada por el tenor Roger Padullés y de la soprano Anna Tobella, toda dirigida por Àlex Sansó.
El concierto se acompaña de la exposición Telas y Trapos y Vent de Dalt del pintor catalán Jaume Rocamora, una proyección de 177 diseños geométricos que se utilizaron para crear la concreción visual de la ópera.